La sección sindical USO del aeropuerto de Eivissa denunció la semana pasada la carencia de personal de seguridad privada en las instalaciones aeroportuarias por la falta de previsión de la nueva empresa adjudicataria, Eulen Seguridad SA, según apuntó ayer el representante laboral, José Manuel Bermúdez.
«A lo largo de los fines de semana, principios de mes y los cambios de quincenas es cuando tenemos más problemas porque es cuando hay más gente y más trabajo», indicó Bermúdez, que resaltó que a diario faltan entre siete y ocho personas para cubrir puestos de vigilancia. En total, el comité sindical estima que para cubrir bien la seguridad del aeropuerto se necesitarían «entre 20 y 30 compañeros más».
La situación llega a ser preocupante, siempre según la versión del representante sindical, ya que en la mayoría de ocasiones hay puestos de «vital importancia» para la seguridad del aeropuerto que quedan descubiertos: «Lo que se hace es quitar al personal de todos los lados para ir a los filtros y evitar así las colas, mientras que el resto de puestos se quedan vacantes», denunció Bermúdez.
Incumplimientos varios
Desde que la nueva empresa resultó la adjudicataria de la seguridad del aeropuerto, concretamente desde el mes de enero, los trabajadores aseguran que se han recortado los salarios al mismo tiempo que se han dejado de percibir pluses que se venían cobrando con la anterior entidad responsable, Trablisa, cometiendo «una flagrante ilegalidad con el incumplimiento de las condiciones de subrogación y aumentando muy notablemente la carga de trabajo». En esta línea, señalan que durante los meses de verano, con el incremento de la afluencia de pasajeros y la carencia de personal, las jornadas pueden alargarse hasta las 18 horas, «apenas sin días libres y en más de una ocasión sin poder efectuar los descansos que marcan la ley», denuncian.
Desde la sección sindical de USO señalan que desde el inicio, la relación laboral con la adjudicataria es mala ya que «no tenemos comité de empresa, no se respetan acuerdos que teníamos con la empresa anterior y que habíamos ganado». Por todo ello, exigen que mientras «se sigan eliminando los pluses que se necesitan para alcanzar un salario digno, no vamos a quedarnos quietos».
«En invierno, estamos vendidos»
A pesar de que con el cambio de empresa responsable de la seguridad privada, no ha habido despidos, Bermúdez apuntó que en invierno «estamos vendidos». Y es que, según explicó el representante sindical, con la anterior empresa se cubrían muchos servicios externos cosa que por el momento la actual entidad no tiene. «En temporada alta hace falta mucho personal, pero en temporada baja sobra mucha gente», puntualizó. El aeropuerto cuenta con 60 personas fijas de seguridad privada.
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