Wilfredo Jurado, letrado que defiende la acusación particular en nombre del PSOE en el caso del espionaje presuntamente perpetrado por agentes de la Comunidad de Madrid contra el vicealcalde madrileño, Manuel Cobo, y el ex vicepresidente regional segundo, Alfredo Prada, anunció ayer que pedirá la comparecencia como testigo de Yolanda Laviana, ex esposa de Sergio Gamón, ex director general de Seguridad del Gobierno de Esperanza Aguirre imputado en esta causa.
Espionaje político en la Comunidad de Madrid
Su solicitud se produce a raíz de que Laviana manifestara a este diario que Gamón empezó a realizar investigaciones sobre Prada prácticamente desde su nombramiento, en mayo de 2006, como director de seguridad, y que informó siempre de sus pesquisas extraoficiales al vicepresidente primero Ignacio González. Jurado también pedirá que se interrogue a Miguel Castaño, ex jefe de escolta del ex ministro del Interior del PP Jaime Mayor Oreja, al que Gamón fichó como su número dos en la Comunidad de Madrid.
A tenor del relato de Laviana, al principio, todas las pesquisas ajenas a su labor oficial las realizó Gamón con Castaño. Posteriormente, según la ex esposa de Gamón, cuando Francisco Granados asumió la Consejería de Interior, su ex esposo tuvo total "carta blanca" para adquirir los medios y el personal de confianza que necesitaba para su labor de obtener información sobre los objetivos que se marcaba.
Por otro lado, Jurado reiterará a la juez la necesidad de que solicite las llamadas y las posiciones del teléfono móvil de Gamón en los meses críticos del espionaje, abril y mayo de 2008.
Pero Laviana ha puesto en evidencia que los informes telefónicos sobre los agentes sospechosos pueden ser incompletos. Porque el grupo -tres ex policías y tres ex guardias civiles contratados como asesores- que lideraba Gamón dispuso de más de un móvil por agente. Y Gamón, en todo caso, llegó a manejar tres teléfonos móviles.
De conocerse qué otros móviles usaron los agentes investigados, podrían ser ubicados en lugares donde hasta ahora no se había hallado su rastro.
Aguirre evitó ayer entrar en el fondo de las declaraciones de Laviana. Afirmó que su ex secretaria en el Senado estaba viviendo un "divorcio muy conflictivo", sin explicar qué información poseía al respecto para definirlo así. Agregó que ella solía ponerse de parte de la mujer en estos casos y calificó de "muy respetable" a la ex esposa de Gamón, para añadir que, sin embargo, todo ello no "le da presunción de credibilidad". Laviana, sin embargo, no habló nunca de su vida conyugal. Solo reflejó su conocimiento directo de la labor real de Gamón desde su puesto de director general de Seguridad que, por lo que ella presenció, no se limitó a sus competencias legales: control de edificios y del juego. Por el contrario, según Laviana, investigó corruptelas del Ayuntamiento de Madrid, pidió datos sobre Juan José Lucas, ex presidente del Senado; e hizo pesquisas sobre Prada. El PSOE pedirá que comparezcan en la Asamblea Aguirre, González y Granados.
José Manuel Pinto, empleado de Granados, negó ayer ante la juez ser el autor de las anotaciones manuscritas en los partes, aunque una pericial policial así lo acredita. Pinto acudió con una pericial privada realizada en la sede de la Consejería de Interior que afirma lo contrario.
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