La operación tendrá un tramo en préstamo (90 millones con un diferencial del 1,75% sobre el euribor) y otro en crédito (60 millones, con 1,50% sobre el euribor) y su finalidad será doble. Por un lado, servirá para refinanciar su deuda bancaria con vencimiento en octubre de 2010, y, por otro, dará estabilidad a su pasivo en un horizonte de tres a cinco años, según el director general corporativo, Juan Jordano.
De reciente nombramiento, Jordano es la persona más cercana al presidente del grupo, David Álvarez, que es administrador único desde el pasado mes de febrero. En ese mes Álvarez dio un golpe de mano y en una junta judicial de accionistas disolvió el Consejo ante las divergencias en la gestión con cinco de sus siete hijos. El director general corporativo considera que la compañía mantiene al adecuado ritmo de crecimiento en ventas como en beneficios en unos momentos de dificultades económicas globales.
David Álvarez, en una junta judicial celebrada el 25 de febrero, hizo valer su mayoría de acciones del 51% que vio reforzada con el 14% de dos hijos afines para convertirse en administrador único. Los cinco hijos disidentes controlan el 35% restante. Se busca cara al futuro consensuar un Consejo al uso en el que tenga representación el capital y que entren consejeros independientes, pero en la junta extraordinaria del próximo día 28 las posibilidades de acuerdo entre las dos partes son escasas
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